FILOSOFÍA

«Sé tú mismo. Los demás puestos están ocupados».

Oscar Wilde

En esta Pascua, unión por sobre todas las cosas

En la Pascua, mucho se habla de Jesús, Cristo, resurrección y vida. Sabemos y entendemos, por lo tanto, que estamos hablando de una celebración religiosa. De todas maneras, sería muy importante resaltar uno de los términos que también se encuentra presente en esta festividad: unión. En épocas tan difíciles como las actuales, permanecer unidos, tolerar las diferencias más allá de aquellas coincidencias que se aman, tener empatía con el otro, saber qué batallas no se deben pelear… un sinfín de acciones que colaborarán de una u otra manera a una mejor relación con las personas que nos rodean.

En consecuencia, la Pascua es una excusa más que válida para reflexionar sobre el concepto de UNIÓN, pero la cotidianeidad es una oportunidad más que maravillosa para ponerla en práctica.


Cumplir años

Cumplir años siempre es un desafío… y nadie se salva de hacer un balance cuando su edad cambia. Hay personas que se sienten muy felices; otras toman ese día como cualquier otro. ¿De qué depende? ¿De la vida que cada uno haya tenido? ¿De la personalidad? ¿De sentirse satisfecho con lo que se logró?

En lo personal, cumplir años es toda una celebración donde quiero estar con mis afectos: mi familia (mascotas incluidas), mis amigos, mis alumnos, mis vecinos. Cumplir años me llena de vida porque agradezco el haber tenido la dicha de vivir un año más. No considero que me queda un año menos. Y nunca lo he pensado así… más allá de que sea una realidad.

La vida no solo debe vivirse, también debe celebrarse… sobre todo cuando se tiene la posibilidad de seguir. La vida es frágil y el mundo es difícil. Siempre ha sido así. Por eso, me siento orgullosa de confesar que tengo los años de mi experiencia y la edad de mis sueños.


El Día Panamericano del Médico: un reconocimiento para aquellos que nos acompañan tanto en la salud como en la enfermedad

El Día Panamericano del Médico se conmemora el 3 de diciembre en varios países de Latinoamérica, entre ellos, Argentina. Es una oportunidad para reconocer a quienes dedican su formación y labor al sistema de salud, trabajando para brindar primeros auxilios, asistir pacientes, prevenir y tratar enfermedades.

La fecha fue dispuesta en honor a Carlos Juan Finlay, un médico que logró descubrir el mosquito transmisor de la fiebre amarilla, una enfermedad considerada como una epidemia a mediados del siglo XIX. Su trabajo por la medicina significó un gran avance contra esta lucha, por el cual se consagró como uno de los mayores aportes de la medicina moderna.

Fue en 1953 cuando la Organización Panamericana de la Salud (OPS), organismo afiliado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), proclamó esta fecha en reconocimiento a su labor. En 1956 la fecha fue adoptada por Argentina gracias a la iniciativa del Colegio Médico de Córdoba. La adhesión tiene como objetivo reconocer a todos los médicos del país y su contribución elemental para el sistema de salud.

Carlos Juan Finlay fue un médico y científico cubano, nacido el 3 de diciembre de 1833. Luego de cursar su formación académica en Europa, la Universidad de la Habana no reconoció sus títulos, por lo que decidió inscribirse en el Jefferson Medical College de Philadelphia. Allí se especializó e investigó acerca de epidemiologías y formas de contagio de enfermedades.

Tras años de estudio fue convocado por el ejército de Estados Unidos para analizar las bajas de los soldados por la fiebre amarilla. De esta manera, en 1881 logró descifrar la teoría de contagio, por la cual se explica la cadena de transmisión de esta enfermedad. Se trataba del mosquito Aedes aegypt, el vector clave de esta enfermedad. Finlay comprendió que cuando este insecto pica a un paciente con fiebre amarilla, podía contraer este virus e infectar a otras personas.

El 18 de febrero de 1881 presentó su hipótesis ante la International Sanitary Conference, organismo que denegó su comprobación. En 1900, la Walter Reed Commission, un organismo dedicado al estudio de la fiebre amarilla, confirmó que Finlay se encontraba en lo correcto. Es así que esta comisión le otorgó el reconocimiento correspondiente por dicho descubrimiento en todos sus escritos.

Ser médico no es tarea fácil, sobre todo en épocas de crisis. Sin embargo, quien logra llevarla adelante con vocación, humanismo, entrega, podrá sortear los obstáculos y fortalecerse en una profesión de muchos sinsabores pero de muchas satisfacciones también.


19 de Noviembre: Día Internacional del Hombre

El Día Internacional del Hombre se conmemora cada 19 de noviembre. Fue establecido en 1992 en Estados Unidos por Thomas Oaster, director del Centro de Estudios Masculinos en la Universidad de Misuri-Kansas, y popularizado desde el año 1999, cuando comenzó a conmemorarse en todo el mundo con el objetivo de abordar temas como la salud masculina, resaltar el papel positivo y las contribuciones que realizan los hombres en su comunidad y en la sociedad, promover la igualdad de género, la paz, la no violencia, la equidad, la tolerancia y el entendimiento.​

Ingeborg Breines, directora del programa Mujeres y Cultura de Paz de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, apoyó la iniciativa de elegir un día internacional del hombre, y la consideró «una excelente idea que proporcionará un poco de equilibrio entre ambos géneros» recomendando los materiales sobre roles masculinos y masculinidad publicados por la organización. También la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lo tiene en cuenta señalando las necesidades especiales en materia de salud de hombres y niños.​

La Organización Mundial de la Salud considera que debe incluirse la brecha de salud de varones y niños en la agenda global de equidad en salud y apunta que «aunque en el siglo XXI los hombres sigan disfrutando de más ventajas que las mujeres, esto no se traduce en mejores resultados de salud para ellos». La menor esperanza de vida de los hombres, señala la organización, está reflejada por varios factores: mayores niveles de exposición ocupacional a peligros físicos y químicos, comportamientos asociados con las normas masculinas de asunción de riesgos y aventuras o paradigmas de comportamiento de salud relacionados con la masculinidad. También recuerda que según algunos informes «los hombres tienen menos probabilidades de visitar al médico cuando están enfermos y, cuando lo visitan, es menos probable que informen sobre los síntomas de una enfermedad o dolencia».​

El Comité Directivo del Día Internacional del Hombre de 2008-2009, integrado por cinco miembros, debatió y ratificó seis objetivos del Día Internacional del Hombre, con la idea de proteger sus valores centrales y ofrecer un punto de referencia fiable para los futuros celebrantes.​

Los «6 pilares» del Día Internacional del Hombre son:​

Promover modelos masculinos positivos; no solamente estrellas de cine y deportistas, sino también hombres de la vida cotidiana, de clase trabajadora, que viven vidas dignas y honradas.

Celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad; a la comunidad, a la familia, al matrimonio, a la economía, al cuidado de los niños y el medio ambiente.

Centrarse en la salud y el bienestar de los varones; en lo social, emocional, físico y espiritual.

Mejorar las relaciones interpersonales de género y promover la igualdad de género.

Destacar la discriminación hacia los hombres; en áreas de servicios sociales, actitudes sociales, expectativas y la ley.

Crear un mundo más seguro y mejor, donde la gente puede estar segura y crecer para alcanzar su pleno potencial.

Lograr respetar estas consignas, al igual que aquellas que representan a la Mujer, nos darían la posibilidad de vivir en un mundo un poco más equitativo y de consideración hacia la otredad en todas sus manifestaciones.


Una palabra con mil aristas

El concepto de Mamá no necesariamente se aplica solo a las madres biológicas…

Están aquellas que sí lo son, pero también están las adoptivas, las abuelas, las tías, las maestras, por qué no algún que otro papá… y más de una mujer que, en algún momento de su vida y por circunstancias que no siempre son buscadas o esperadas, cumplen ese rol.

Lo importante, creo yo, es resaltar el valor cotidiano de una madre: la que está presente en todas las circunstancias de la vida, la que acompaña, la que alienta, la que sostiene. Seguramente el rol del padre puede ser igual o similar.

El amor incondicional está en los padres; no siempre en los hijos. Estos últimos quedan huérfanos y sienten esa condición -aunque sean adultos- el día que los padres ya no están. Por tal motivo es más que valioso tenerlos, cuidarlos, acompañarlos.

Pero, volviendo al Día de la Madre, y si bien existe un día en particular para honrarla, no se debe perder de vista que cada día es su día, porque nos dio la vida y ha estado a nuestro lado en cada uno de los momentos que confirman nuestra existencia.


Lo absurdo de una guerra

Malvinas, Rusia-Ucrania, ahora nuevamente Israel – Palestina, o cualquier otra guerra que se haya desatado en el mundo sin importar la geografía y el momento, no hacen más que reflejar la imposibilidad de nuestros gobernantes para hallar una salida pacífica a un conflicto determinado.

De esta manera, el hombre muestra que poco -o nada- ha cambiado en su conducta si después de tantos años no puede solucionar los (grandes) desacuerdos a través del diálogo.

Hace poco tiempo, un gran amigo me dijo que todos los políticos que están sobre la faz de la tierra deberían desaparecer y dar paso a un tipo de político mucho más cercano a la gente. No importa la ideología que tengan. Puede actuar como aves de rapiña y sacarse los ojos en épocas de campaña pero, llegado el momento de cuidarse las espaldas, forman una casta y en general venden sus ideologías al mejor postor y se protegen los unos a los otros, cuando poco tiempo antes habían sido enemigos.

En las situaciones difíciles y en las épocas de guerras, ¿quién está al fin y al cabo colaborando, solidarizándose con el prójimo? Una vez más, el ciudadano común. Los civiles son los actores principales en estas pesadillas, arriesgando sus vidas, moviéndose, tendiendo una mano; mientras que los políticos, independientemente de su época, su nacionalidad, su ideología, están en oficinas lujosas dialogando, tomando café, y vestidos con trajes impecables que los asemejan a modelos de alguna revista europea. Una mención aparte para todos los soldados que no desean ir a la guerra pero son obligados por las circunstancias.

Se entiende que la guerra haya sido parte del mundo, de alguna época. Lo que resulta incomprensible es que, después de tantos conflictos bélicos, el hombre siga repitiendo de modo incansable sus errores. Como si no hubiese aprendido nada. Como si no tuviese memoria, para recordar la cantidad de víctimas que cada conflicto armado deja tras suyo.

Aun así, creo que a la mayoría de nosotros nos mueve todavía la esperanza de pensar que podemos vivir en un mundo más humano.


La importancia de votar; el valor de participar

En tiempos más que difíciles para la sociedad argentina, y, por qué no, para el mundo; en épocas en donde nuestro país está más que nunca atado con alambres débiles que amenazan con cortarse de un momento a otro, se ve una inmensa falta de interés a la hora de participar en las elecciones. No es para menos. A lo largo de años hemos visto pasar cientos de candidatos y personajes que se mueven con tanta soltura como deshonestidad de un puesto político a otro, dejando de lado cualquier preparación previa que sería necesaria para ocupar dicho lugar. La corrupción atraviesa el sistema.

Hoy como nunca somos testigos de la infinidad de propuestas de personas totalmente desconocidas que se «suman» para «salvar a la Patria», cuando no necesitamos ser muy inteligentes para darnos cuenta de que, más que salvadores, serán estafadores.

En mi humilde opinión, la única manera de cambiar un país es si la sociedad cambia. Nuestra Argentina no hace más que reflejar lo que somos como ciudadanos. Ir a votar es solo estar en democracia pasiva, cuando, en realidad, se necesita de una democracia activa. Las personas debemos participar de cooperadoras, vecinales, comisiones… cualquier grupo que lleve a una mejor vida en nuestra Casa Grande, dejando de lado, por supuesto, las ideas políticas individuales que cada uno tenga.

Las personas que son honestas querrán lo mejor para su país, más allá de las ideologías de cada uno. No habrá Patria sin consenso y sin fuerza mancomunada; no habrá Sociedad sin valores, educación, trabajo y salud que dignifiquen a cada uno de quienes la componen.


La Amistad, un vínculo de paz entre los pueblos

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó en 2011 el Día Internacional de la Amistad con la idea de que la amistad entre las personas, los pueblos, los países y las culturas pueda inspirar iniciativas de paz y presentar una oportunidad de tender puentes entre las diferentes comunidades. 

Para conmemorar este día, la ONU alienta a los gobiernos, las organizaciones internacionales y los grupos de la sociedad civil a celebrar eventos, actividades e iniciativas que contribuyan a los esfuerzos de la comunidad internacional para incentivar un diálogo entre las civilizaciones, al igual que la solidaridad, la comprensión mutua y la reconciliación.

Tal resolución pone un énfasis especial en la importancia de implicar a los jóvenes y a los futuros líderes en actividades comunitarias encaminadas a fomentar la inclusión de las distintas culturas y el respeto entre ellas, promoviendo a su vez la comprensión internacional y el respeto de la diversidad.

El Día Internacional de la Amistad es una iniciativa que se remonta y parte de la propuesta hecha por la UNESCO y tratada y aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1997. Definió la Cultura de Paz como un conjunto de valores, actitudes y conductas que rechazan la violencia y procuran prevenir los conflictos, abordando las causas profundas con el objetivo de resolverlos. 

Dos años después se adoptaría la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz, la cual estableció algunas líneas de acción que las naciones, organismos y personas pueden emprender para que prevalezca una cultura de paz.

Aquellas personas que logran entablar amistades y hacer que estas perduren en su vida privada podrán en consecuencia actuar como ciudadanos responsables para hacer lo mismo en su vida en comunidad y llevarlo a las instituciones que conforman una sociedad de bien.


Reflexiones para el Día del Padre

1. “Un buen padre vale por cien maestros” (Jean Jaques Rosseau).

2. “Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre” (Anónimo).

3. “El padre debe ser el amigo, el confidente, no el tirano de sus hijos” (Vicenzo Gioberti).

4. “El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día” (Anónimo).

5. «Tengo recuerdos de niño en los que te veía gigante. Hoy que soy adulto…. te veo aún más grande» (Anónimo).

6. “¡Cuán grande riqueza es, aun entre los pobres, el ser hijo de buen padre!” (Juan Luis Vives).

7. “Lo que habéis heredado de vuestros padres, volvedlo a ganar a pulso ante vuestros hijos” (Anónimo).

8. “Los hijos abandonan un día la infancia, pero los padres nunca dejan la paternidad” (Anónimo).

9. “No hay palabra ni pincel que llegue a manifestar amor de padre” (Mateo Alemán).

10. “Hoy solo quiero decirte, viejo del alma, que eres el ser que más respeto y admiro” (Anónimo).

11. “Mi vida ha tenido problemas, pero no son nada comparados con los que afrontó mi padre para lograr que mi vida empezara» (Bartrand Hubbard).

12. “Gracias por haberme educado así. Estoy orgulloso de ser como soy y eso te lo debo a ti” (Anónimo).

13. “Es un hombre sabio el que conoce a su propio hijo” (William Shakespeare).

14. «A los papás se les dedica un solo día al año, pero ellos dedican a sus hijos todos los días de su vida. Si estás leyendo esto, eres el mejor padre del mundo» (Anónimo).

15. “Un padre es un hombre que espera que sus hijos sean tan buenos como él hubiera querido ser” (Anónimo).

16. “Una casa es indestructible cuando está sostenida por un padre valiente, una madre prudente y un hijo obediente” (Confucio).

17. «Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil, un padre es el que da el amor» (Denis Lord).

18. “Cuando nací, mi padre era un ser que, a veces, aparecía para aplaudir mis últimos logros. Cuando me iba haciendo mayor, era una figura que me enseñaba la diferencia entre el bien y el mal. Durante mi adolescencia, era la autoridad que me ponía límites a mis deseos. Ahora que soy adulto, es el mejor consejero y amigo que tengo” (Anónimo).

19. “Cuando me equivoco, me ayudas; cuando dudo, me aconsejas; y siempre que te llamo, estás a mi lado. Gracias, papá” (Anónimo).

20. «Un hombre que no sabe ser un buen padre, no es un auténtico hombre» (Mario Puzo).

21. “Papá, siempre seré un fotógrafo que recuerda tu imagen” (Anónimo).

22. «Sé generoso con tu padre; cuando fuiste joven, ¿quién te amó como él?» (Margaret Courtney).

23. «Como es el padre, así es el hijo» (Proverbio latino).

24. «Realmente es bendecido el hombre que escucha muchas voces que lo llaman padre» (Lydia M. Child).

25. «La vida no viene con un manual de instrucciones, pero, por suerte, la mía vino con un Papá…»  (Anónimo)

26. “Hay un momento en que debes explicar a tus hijos por qué nacen y es maravilloso si, para ese entonces, sabes la razón” (Hazel Scott).

27. «No hay mejor homenaje a la memoria del padre que imitar noblemente sus virtudes» (Anónimo).

28. «No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre» (Sigmund Freud).

29. «El sueño del héroe es ser grande en todas partes y pequeño al lado de su padre» (Víctor Hugo).

30. «No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos» (Friedrich Schiller).

31. «No castigo a mis hijos como se merecen; mis nietos lo harán por mí» (Agustín Martín, químico y padre de 10 hijos).

32. «No hay palabra ni pincel que llegue a manifestar amor de padre» (Mateo Alemán).

33. «Lo que habéis heredado de vuestros padres, volvedlo a ganar a pulso o no será vuestro» (Goethe).

34. «A los padres de familia verdaderamente felices no se los encuentra con frecuencia en los bares» (Adolfo Kolping).

35. «Desconocemos el amor de los padres hasta que tenemos a nuestros propios hijos» (Henry Ward Beecher).

36. «En el cielo, directamente después de Dios, viene un papá». (Wolfgang Amadeus Mozart).

37. “A veces el hombre más pobre deja a sus hijos la herencia más rica”. (Anónimo)

38. «Para cuando un hombre se da cuenta de que quizás su padre tenía razón, ya tiene un hijo propio que piensa que su padre está equivocado» (Charles Wadsworth).

39. «Un buen papá es el que después de una dura jornada de trabajo, al llegar a casa abraza a sus hijos y se vuelve un niño jugando con ellos» (Anónimo).

40. «Quien ama a sus padres encontrará amor en sus hijos» (Eusebio Gómez Navarro).

41. «Mi padre, al irse, regaló medio siglo a mi niñez» (Antonio Porchia).

42. «Contra un padre no hay razón» (Refrán).

43. «Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre» (Enrique Jardiel Poncela).

44. «Gobierna tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña y el arroz; cría a tus hijos y sabrás cuánto debes a tus padres» (Proverbio oriental).

45. «Serás buen padre si fuiste buen hijo» (Anónimo).

46. «Al padre se lo necesita, se lo quiere y se lo respeta durante la infancia, pero es de adulto cuando se lo entiende y comprende. Gracias, papá.» (Anónimo).

47. «Es aprendiz de todo, maestro en nada. Es poeta a su modo, le gusta el alba. Y entre sus manos y entre sus manos florecen a escondidas algunas llagas» (José Luis Perales).

48. «Buen padre es aquel que enseña a sus hijos cómo pensar, no lo que han de pensar» (Anónimo).

49. «El hombre puede poner en los negocios todo su espíritu, pero, si quiere ser dichoso, es preciso que todo su corazón esté en su hogar» (Samuel Smiles).

50. «Solo un padre lo da todo para allanar el camino de sus hijos, haciendo con coraje inquebrantable las cosas que su padre hizo por él. Y esta línea quiero dedicarle: Solo un padre, pero el mejor hombre» (Edgard Guest)


Día Internacional del Libro

Aunque pase el tiempo, el libro sigue siendo uno de los objetos más bellos y perfectos que creó el hombre. Para rendirle homenaje, cada 23 de abril, se celebra el Día Internacional del Libro.

El festejo internacional se realiza a instancias de la UNESCO. También, en la misma jornada, se festeja el Día del Derecho de Autor.

“Los libros tienen esa capacidad única de entretenernos, de instruirnos, de ser a la vez el instrumento que sirve para salir de uno y para encontrarse con un autor, una autora, un universo o una cultura, y de ofrecer un tiempo para sumergirse más profundamente en sí mismo”, dijo en algún momento Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO. En sí, los libros y la lectura son un importante vehículo de cultura.

Resultaba difícil elegir a un autor que simbolizara a la literatura por completo, la lectura y el mundo del libro. La UNESCO se volcó por conmemorar a los escritores William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega, cuyos fallecimientos ocurrieron en abril.

Además, cada año, la UNESCO y otras entidades vinculadas al mundo editorial eligen la Capital Mundial del Libro, cuyo “mandato” comienza el día 23 de abril. Se comenzó a otorgar en 2001 y la elegida en esa oportunidad fue Madrid. Buenos Aires fue seleccionada en 2011.


La Hora del Planeta

La Hora del Planeta se celebra el último sábado de marzo, por lo tanto, en este 2023, es hoy. Lo proclama World Wide Fund for Nature (WWF) y se celebra desde 2007.

Está considerada la campaña de concientización ambiental más difundida e importante a nivel mundial. Tiene como objetivo reflexionar acerca de la necesidad de actuar de manera decisiva ante el cambio climático y contrarrestar su impacto sobre la naturaleza y el planeta.

La Hora del Planeta es una iniciativa a nivel mundial mediante la cual se pretende concientizar sobre la necesidad de tomar medidas urgentes contra el cambio climático producido por la actividad humana.

Consiste en un apagón eléctrico voluntario, en el que se pide a personas y empresas que apaguen luces y aparatos eléctricos no indispensables durante una hora, desde las 20:30 hasta las 21:30 h. Con ello se promueve el ahorro de energía, la disminución de las emisiones contaminantes y la reducción de la contaminación lumínica.

Fue impulsada en el año 2007 por World Wide Fund for Nature (WWF) y la agencia publicitaria Leo Burnett, con la finalidad de llamar la atención a nivel internacional acerca de los efectos adversos e impacto del cambio climático. Es un movimiento mundial que hace un llamado para cuidar la salud de nuestro planeta y de sus habitantes.

La primera Hora del Planeta se celebró en Sidney (Australia) el 31 de marzo de 2007, entre las 19:30 y las 20:30 horas. Se apagaron las luces de monumentos y edificios durante una hora, como gesto simbólico en rechazo a la problemática del cambio climático. También San Francisco se unió con la acción denominada Lights Out.

Lo que empezó en Sidney se ha convertido en un movimiento global, que ha llegado a miles de ciudades de 188 países y territorios.

Actualmente el movimiento La Hora del Planeta promueve acciones directas para contrarrestar el impacto del cambio climático, así como la adopción de estilos de vida sostenible que tengan en cuenta la conservación de los bosques, los mares y los recursos naturales. Sus promotores aseguran que el cambio climático ya es un hecho contrastado y que debido a ello las consecuencias, si no se hace algo, pueden llegar a ser devastadoras.

El simple hecho de apagar las luces durante una hora no evitará ninguna consecuencia climática, pero si busca crear conciencia en las personas para que sus actos sean más responsables con el medio ambiente.

Cada año se elige un tema para desarrollar en La Hora del Planeta y este año se trata de una meta muy deportiva y en equipo. El lema 2023 es Apaga la luz. Dale una vuelta al planeta. Se propuso además un nuevo desafío. La iniciativa #KMPorElPlaneta #VueltaAlPlaneta invita a participar en un reto que utiliza los valores del deporte, como el esfuerzo y el trabajo en equipo, para demostrar que sumando pequeñas acciones podemos vencer la crisis climática, que es la carrera más importante de nuestras vidas.

Fuente: https://www.diainternacionalde.com/ficha/la-hora-del-planeta


Cumplir años… una vez más

Cumplir años puede representar un gran acontecimiento o pasar como un día más. Todo depende del espíritu de quien atraviese este evento. ¿Agradecer un año más de vida o deprimirse porque nos queda un año menos?

En general, no podemos escapar a hacer un balance. Diría que hasta es inevitable. Sobre todo, si hay un cambio de década. Y uno que nos haya hecho pasar la mitad de nuestra vida. Qué logramos, qué perdimos, cómo estamos con nuestros afectos, quiénes nos rodean, si somos felices, si nos gusta nuestra vida. Estas dos últimas son preguntas tan relevantes como existenciales. Podemos no tener todo lo que deseamos, pero si estamos satisfechos con aquello con lo que contamos, tenemos una gran parte de felicidad.

La vida es muy frágil. Proyectamos, planeamos, pero en realidad no sabemos lo que nos deparará el futuro. De todas maneras, creo que es saludable tener proyectos porque estos le dan sentido a nuestra existencia.

Cumplir años puede ser maravilloso. Todo depende entonces de la óptica. Celebrarlo, poder estar con tu gente, y, por qué no, llenarte de vida pensando en todas aquellas vivencias positivas que harán que esa edad sea inolvidable.


Mi hermana; mi amiga

Hoy es el cumpleaños de mi hermana María Noelia. 43 años. Algunas coincidencias disparatadas nos han acompañado desde nuestro nacimiento. Compartimos la sangre pero también nos hemos convertido en muy buenas amigas y confidentes.

Tenemos siete años de diferencia pero se suponía que ambas íbamos a nacer un 8 de febrero. Ella nació tres días antes; yo nací tres días después. Llegó a este mundo a la una de la mañana. ¿Yo? A la una de la tarde. Se llama Noelia por la famosísima canción del español Nino Bravo. Me llamo Natalia por Natalia Figueroa, la esposa del cantante español Rafael. Nuestros padres no se percataron de que Noelia, del francés Noël, y Natalia, del latín Natividad, tenían el mismo significado: Navidad.

Más allá de estas coincidencias que podrían ser muy interesantes en numerología, lo que quiero resaltar es la buena relación que nos ha caracterizado. Ambas hemos sido hijas únicas; ambas hemos llegado a la vida de nuestros padres en momentos más que diferentes de su existencia. Aun así, hemos sabido suavizar nuestras diferencias para honrar nuestras similitudes.

Hoy, en su cumpleaños, la saludo con alegría, le deseo lo mejor para su vida y le agradezco, de paso, la relación que hemos sabido construir.


Martin Luther King

Martin Luther King Jr.​ (nacido como Michael King Jr.; Atlanta, Georgia; 15 de enero de 1929 – Memphis, Tennessee; 4 de abril de 1968) fue un pastor baptista estadounidense, defensor de los derechos civiles. La larga lucha de los norteamericanos de raza negra por alcanzar la plenitud de sus derechos conoció desde 1955 una aceleración en cuyo liderazgo iba a destacar muy pronto este joven pastor.


Martin Luther King

Su acción no violenta, inspirada en el ejemplo de Gandhi, movilizó a una porción creciente de la comunidad afroamericana hasta culminar en el verano de 1963 en la histórica marcha sobre Washington, que reunió a 250.000 manifestantes. Allí, al pie del Lincoln Memorial, pronunció el más célebre y conmovedor de sus discursos, conocido por la fórmula que encabezaba la visión de un mundo justo: I have a dream / Tengo un sueño.

Pese a las detenciones y agresiones policiales o racistas, el movimiento por la igualdad civil fue arrancando sentencias judiciales y decisiones legislativas contra la segregación racial, y obtuvo el aval del premio Nobel de la Paz que se le concedió en 1964. Lamentablemente, y al igual que su maestro Gandhi, Martin Luther King fue asesinado cuatro años después.

Hijo de un ministro baptista, estudió teología en la Universidad de Boston. Desde joven tomó conciencia de la situación de segregación social y racial en que vivían los negros de su país, y en especial los de los estados sureños. Convertido en pastor baptista, en 1954 se hizo cargo de una iglesia en la ciudad de Montgomery, Alabama.

Muy pronto dio muestras de su carisma y de su firme decisión de luchar por la defensa de los derechos civiles con métodos pacíficos, inspirándose en la figura de Mahatma Gandhi y en la teoría de la desobediencia civil de Henry David Thoreau, las mismas fuentes que por aquellos mismos años inspiraban la lucha de Nelson Mandela contra el apartheid en Sudáfrica.

En 1960 aprovechó una sentada espontánea de estudiantes negros en Birmingham, Alabama, para iniciar una campaña de alcance nacional. En esta ocasión, fue encarcelado y posteriormente liberado por la intercesión de John Fitgerald Kennedy, entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero logró para los negros la igualdad de acceso a las bibliotecas, los comedores y los estacionamientos.

En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes al encabezar una gigantesca marcha sobre Washington en la que participaron unas 250.000 personas, ante las cuales pronunció el discurso hoy titulado I have a dream / Tengo un sueño, en favor de la paz y la igualdad entre los seres humanos. Él y otros representantes de organizaciones antirracistas fueron recibidos por el presidente John F. Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de manera especial a la comunidad negra.

Martin Luther King se dirige a la multitud en la marcha sobre Washington (1963)

No obstante, ni las buenas intenciones del presidente, quien moriría asesinado meses más tarde, ni el vigor ético de su mensaje. parecían suficientes para contener el avance de los grupos nacionalistas de color contrarios a la integración y favorables a la violencia. La permeabilidad de los colectivos de color (sobre todo de los que vivían en los guetos de Nueva York y de otros estados del norte) a la influencia de estos grupos violentos ponía en peligro el núcleo de su ideología, el pacifismo.

En marzo de 1965 encabezó una manifestación de miles de defensores de los derechos civiles que recorrieron casi un centenar de kilómetros, desde Selma, donde se habían producido actos de violencia racial, hasta Montgomery. Su lucha tuvo un final trágico: el 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis por James Earl Ray, un delincuente común de raza blanca. Mientras se celebraba su funeral en Atlanta, una ola de violencia se extendió por todo el país. Ray, detenido por la policía, se reconoció autor del asesinato y fue condenado con pruebas circunstanciales. Años más tarde se retractó de su declaración y, con el apoyo de la familia King, pidió la reapertura del caso y la vista de un nuevo juicio.

Martin Luther King entendió como una condición esencial de la dignidad humana la igualdad racial, la cual se hallaba por otra parte legitimada, en el plano político, por los principios de la democracia (de la cual siempre se declaró partidario), y en el plano moral, por los principios religiosos. En consecuencia, la acción destinada a la conquista de los propios derechos no debía ser considerada jamás como subversiva ni revolucionaria. No proclamaba la violación de la ley, sino que sostenía que no pueden obedecerse leyes injustas, porque estas se oponen a la ley moral. Señalaba el camino del amor en contraposición a la inactividad de los negros pasivos y al odio exasperado de los nacionalistas. Y se lamentaba por no haber sido ayudado y comprendido por la iglesia blanca.

En este sentido, adaptó y desarrolló el concepto de Gandhi de la no violencia, que supo aplicar de forma creativa en una serie de campañas antisegregacionistas que le convirtieron en el líder más prestigioso del movimiento norteamericano para los derechos civiles. Tras su fallecimiento, el movimiento negro estadounidense emprendió un camino más abiertamente revolucionario y violento, alejado de su inspiración cristiana y liberal, cuya memoria, a pesar de todo, sigue siendo venerada y amada por su raza.

El mismo año del Nobel, el presidente Lyndon Johnson, sucesor de Kennedy tras el magnicidio, promulgó la ley de derechos civiles, que consagraba la igualdad de todos los ciudadanos. Martin Luther King creía que los negros tenían que abandonar su abstracta neutralidad política para estrechar alianzas electorales y apoyar a los candidatos dignos de confianza, porque «la influencia de los negros en el poder político es importante». Solamente entonces se alcanzaría la verdadera meta de la libertad, porque el destino de los negros está unido al de toda Norteamérica.

Sus principios quedaron expresados, además de en la célebre Carta desde la prisión de Birmingham (1963, publicada por la revista francesa Esprit en 1964), en numerosas obras entre las que destacan La fuerza de amar (Strength to Love, 1965) y El clarín de la conciencia (The Trumpet of Conscience, 1968), en las que a menudo su prosa, inspirada en la tradición bíblica del protestantismo anglosajón, alcanza momentos de altísima emoción y humanidad.

Mención aparte merece Por qué no podemos esperar (Why We Can’t Wait, 1964), en la medida en que la exposición de su credo político se alterna en esta obra con una apasionada evocación de los hechos del verano de 1963 (vividos por el propio autor como protagonista) de gran valor como testimonio histórico. El libro es la historia de la liberación de un pueblo, obtenida mediante el empleo de «un arma potente y justa… que corta sin herir y ennoblece al hombre que la empuña»: la no violencia.

Pese al valor de su obra escrita, ninguno de sus textos despertó la universal admiración del más famoso de sus discursos: el que pronunció el 28 de agosto de 1963 ante los 250.000 integrantes de la marcha sobre Washington, al pie del Monumento a Abraham Lincoln, el presidente que, un siglo antes, había abolido la esclavitud: «Hace cien años, un gran norteamericano, bajo cuya sombra simbólica nos encontramos hoy, firmó la Proclamación de la Emancipación. Este trascendental decreto apareció como un gran fanal de esperanza para millones de esclavos que habían sido marcados con el fuego de una flagrante injusticia. Llegó como el amanecer jubiloso de la larga noche de su cautividad. Pero cien años después, la Norteamérica de color sigue sin ser libre.»

Considerado una obra maestra de la oratoria, el nombre con que este discurso es conocido procede de su parte central, en la que reiterando la fórmula I have a dream / Tengo un sueño, Martin Luther King eleva a la condición de ideal la simple materialización de la igualdad: «Sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán algún día en una nación donde no se les juzgará por el color de su piel sino por las cualidades de su carácter». Valioso tanto como condensada expresión de sus principios como por su impresionante altura emotiva, su vigencia sigue conmoviendo más de medio siglo después.

Fuente de este artículo: Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Martin Luther King». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/k/king.htm 


Día Internacional del Migrante

El 18 de diciembre de cada año se celebra el Día Internacional del Migrante. Esta fecha se proclamó ante el aumento de los flujos migratorios en el mundo en el año 2000.

Ese año, la Asamblea General de la ONU declaró tal fecha con esta efeméride con la finalidad de impulsar el intercambio de experiencias y oportunidades de colaboración por parte de los países y regiones ante las dificultades de la migración internacional.

De esta manera, se busca visibilizar los retos, dificultades y adversidades que deben afrontar los migrantes en el mundo, así como efectuar un llamado a las naciones del mundo para contribuir a que la migración sea un proceso seguro, regular y digno.

Uno de los principales antecedentes en la creación de esta fecha radica en la adopción de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus familiares, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1990.

Por otro lado, en 2016, se generó un paso importante para la migración, ya que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó un conjunto de medidas que se concretaron en la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes. Reconoce la labor positiva de los migrantes y se compromete a proteger su seguridad, dignidad, libertad y derechos humanos.

Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando decimos «migración»? La migración humana es un procesos de migración voluntaria o forzada de personas de su país de origen o residencia, de manera permanente o temporal.

Los motivos son varios y dependen de cada persona. Sin embargo, la razón principal de la migración es la posibilidad de mejorar la calidad de vida para los migrantes y sus familias, así como superar las desigualdades económicas, sociales y demográficas de sus países de origen, ya sea hambre, desempleo o conflictos bélicos.

Además, influye mucho que los países más desarrollados requieren de mano de obra que difícilmente pueden cubrir con residentes locales. Por lo tanto, los migrantes realizan cierto tipo de tareas, con una baja remuneración y sin beneficios adicionales en la mayoría de los casos.

Al aumentar la población activa y el número de consumidores y aportar su capacidad empresarial, los migrantes impulsan el crecimiento económico en los países que los reciben. Por otra parte, los avances tecnológicos, de infraestructura y alta movilidad de capitales de las naciones han impulsado los procesos migratorios.

En la práctica, muchas veces los migrantes no cuentan con las condiciones de vida que las leyes declaran. Solo se debe observar nuestra realidad circundante. Los seres humanos tienen derecho a una vida digna, sea en el país de origen o en aquel adonde hayan decidido radicarse.

La calidad de vida debe ser parte intrínseca de las personas, más allá de las diferencias de geografías, historias, calendarios, lenguas.


Día de la Madre: un día en especial; todos en particular

El Día de la Madre en muchas naciones se festeja el segundo domingo de mayo. Más de 40 países eligieron esta fecha en honor al mes de María, madre de Jesús de Nazaret en la tradición de la Iglesia Católica. Esta práctica lleva dos siglos y coincide con el comienzo de la primavera europea y la despedida del invierno. El «triunfo de la vida» que simboliza la primavera es uno de los motivos por los que el mes de la Virgen, Madre de la Vida, se sitúa en mayo.

Sin embargo, el Día de la Madre en Argentina se celebra en octubre. El origen de esta fecha data de 1931, cuando el Papa Pío XI declaró el 11 de octubre como el día de la «Divina Maternidad de María».

Este día se remonta, a su vez, a la civilización egipcia, donde la Diosa Isis, conocida como la «Gran Madre», era objeto de culto y homenaje. En la antigua Grecia era la Diosa Rea, madre de los Dioses del Olimpo, y en el Imperio Romano se rendía culto a la Diosa Cibeles, la Diosa Madre. En Europa el catolicismo transformó esas celebraciones en honor de las diosas madres y lo trasladó a la Virgen María. 

De todas maneras, más allá del origen de dicha festividad, lo que en verdad cuenta es el mérito de una Madre: una persona presente en el devenir de la vida, que nos cuida, nos protege, nos guía, pero que también nos enseña a ser individuos libres y a afrontar nuestro camino con valores y sin temores.

Alguien alguna vez me dijo que ser madre descentralizaba. Esta es una condición que las madres, en general, asumen con gusto al tener a sus hijos. Cualquier foco de importancia se corre en pos de esa personita que ha llegado; cualquier ego se suaviza para asumir uno de los mejores roles que la vida parece asignar.


John Lennon, símbolo de una época

Publicar una breve nota de John Lennon no tiene la intención de mi parte de repetir los cientos de datos biográficos que pueden encontrarse en multiplicidad de espacios sino mostrar algunas características puntuales de un hombre que se destacó en una época determinada.

John Winston Lennon (Liverpool, 9 de octubre de 1940 – Nueva York, 8 de diciembre de 1980) fue un artista, músico, cantautor, activista, compositor, productor, escritor y pacifista británico, conocido por ser uno de los fundadores junto con Paul McCartney y George Harrison de la banda de rock The Beatles y considerado uno de los artistas más influyentes del Siglo XX. El mítico cuarteto de Liverpool dominó el panorama musical en la década de 1960. Durante su etapa en The Beatles, John Lennon aportó a la banda sus inquietudes creativas y su radical inconformismo.

Demostró un carácter rebelde y un ingenio mordaz en su música, el cine, la literatura y el dibujo, así como en sus declaraciones en conferencias de prensa y entrevistas. Además, la polémica lo persiguió debido a su constante activismo político junto a su esposa Yoko Ono.

Consumada en 1970 la separación del grupo, emprendió una nueva etapa musical con resultados tan memorables como el álbum Imagine (1971).

Ese mismo año se mudó a Manhattan, donde su oposición a la guerra de Vietnam y su capacidad de movilizar gente dio lugar a numerosos intentos por parte del gobierno de Richard Nixon de encarcelarlo y expulsarlo del país. Mientras tanto, sus canciones fueron adoptadas como himnos de la contracultura y de diversas disidencias.​

Tras un retiro de cinco años, en 1980 fue asesinado poco después de presentar su último trabajo, Double Fantasy.

Un fanático llamado Mark David Chapman, de 25 años, estuvo en la entrada de su edificio a media tarde junto con un grupo de admiradores. Lennon le firmó un autógrafo cuando salía rumbo a un estudio de grabación. Al volver, horas después, esa misma persona lo estaba esperando: se acercó y le dio cinco disparos.

Queda, sin embargo, la impronta de un artista multifacético que marcó toda una época y trascendió calendarios.


Un día para meditar

Septiembre es en verdad un mes muy especial: a la tan ansiada llegada de la primavera, se le suman el Día del Maestro (11), el Día del Profesor (17), el Día del Estudiante (21) y el Día del Traductor (30).

Como pude haber comentado en alguna otra oportunidad, los cuatro roles están asociados al trabajo de la palabra, pero es el del Maestro el que cobra especial importancia por el significado que conlleva.

El Maestro es, tal vez, junto con los padres (y por qué no los abuelos), quien colaboran de manera tan amorosa como enérgica para la formación de la persona desde su más tierna infancia hasta la vida de adulto. Imparte conocimiento, forma, transmite valores, refleja vidas, abre las puertas a un mundo que podrá ser fascinante para quien quiera seguir su búsqueda y quedará dormido para quien solo tenga desidia. Cada quién decidirá.

Por supuesto que en todas las épocas, y sobre todo en esta, tan caracterizada por una gran ola de individualismo, con una modernidad tan líquida como efímera, muchas veces el rol del Maestro se encuentra desdibujado, manoseado, empobrecido. Sin embargo, hoy quiero rescatar a todos aquellos Maestros que, con su trabajo amoroso y desinteresado, marcan en la persona un antes y un después.

Ser Maestro, al igual que muchas otras profesiones, requiere de una vocación que no se quebrante más allá de las crisis. Ser Maestro implica posicionarse ante alumnos con diferentes puntos de partida pero no por eso menos interesantes. Ser Maestro significa aceptar retos desafiantes y trabajar/luchar con amor en ese ida y vuelta de la relación que se establece con un Alumno en el maravilloso espacio de la enseñanza/aprendizaje.

«El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento» (John Locke, filósofo británico, 1632-1704)


El valor de tener amigos

¿Cuál es el concepto de la amistad? ¿Qué significa tener amigos? Se han escrito innumerables conclusiones y seguramente aparecerán otras a lo largo del tiempo. Compartir buenos momentos, sostenerse en los malos, reír, llorar, escuchar y ser escuchado, comprender. Amar las coincidencias y tolerar las diferencias. Estar.

Existen amigos que están siempre al pie del cañón. Otros están a veces. Otros están cuando pueden. Otros se alejan, explicación mediante o no. Tal vez lo importante acá sea tener en cuenta que puede haber muchos tipos de amigos: los que duran para toda la vida, aquellos hermanos del alma que son la continuación de nuestro ser; los que duran mucho tiempo y tal vez nos produzcan una sensación de tristeza cuando llegado el momento ya no estén; los que duran el devenir de una etapa y luego son recordados con una sonrisa cuando los traemos a la vida con el recuerdo de las anécdotas.

Lo importante, creo yo, es tener un rol activo para elegir con qué personas queremos vincularnos y compartir nuestra vida. Entender que no todas las amistades -por más buenas que hayan sido- estarán a lo largo de toda la existencia, porque en este viaje llamado vida uno no siempre tiene los mismos acompañantes. Pueden existir las diferencias, pero nunca los reclamos. Como me dijo una gran amiga hace un tiempo, «los amigos no deben intranquilizar, y menos a esta altura de la vida».

Como sea que cada uno conciba la amistad, es maravilloso e indescriptible tener amigos. Y más si son diferentes, porque te darán una apertura mental no siempre entendible para terceros pero más que enriquecedora para la vida de quien los tiene y los sabe cuidar.


¿Por qué celebrar el Día del Padre?

El Día del Padre es, en su origen, una celebración o un homenaje que la tradición católica europea lleva a cabo el 19 de marzo, día de San José, padre de Jesús. Sin embargo, varios países europeos y la mayoría de países latinoamericanos adoptaron la fecha estadounidense, por lo que actualmente festejan el Día del Padre el tercer domingo de junio.

Se ha dejado ahora para el 19 de marzo la celebración católica del Día del Hombre, tomando nuevamente como ejemplo de hombre y vida a San José. Pero hay más: desde 1999 y cada 19 de noviembre se festeja el Día Internacional del Hombre (sin tintes católicos) para impulsar la diversidad y la igualdad de género desde el reconocimiento de su situación. Aunque tiene controversias y es menos popular, no busca competir con el Día de la Mujer.

En Argentina el primer festejo del Día del Padre se realizó un 24 de agosto de 1958, en honor a José de San Martín, considerado el Padre de la Patria. Así, en honor a este prócer, se había elegido la fecha del nacimiento de su hija Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada el 24 de agosto de 1816 en la Provincia de Mendoza, y, de este modo, homenajear a todos los padres. Esta fecha se respetó hasta la década de 1960.

Más allá de las tres efemérides que pueden resultar mareadoras, y, de saber fehacientemente que el Día del Padre es cualquier día y siempre (basta comprobar la flexibilidad de cambio que ha mostrado), lo importante es reconocer el valor de un Padre en nuestro devenir.

Seguramente la figura de la Madre es la más fuerte y sobre todo en los primeros años de vida, pero el Padre también aporta a nuestra educación y a nuestra formación con su conocimiento, su experiencia, su mirada. Se mantiene calmo cuando transcurrimos momentos difíciles y nos hace saber que siempre habrá una solución… tal vez no la deseada por nosotros, pero que algo surgirá para poder salir adelante de lo que nos está pasando. Con el correr de los años, puede volverse nuestro referente, nuestro confidente, aquella persona a la cual recurrimos en momentos de dolor, angustia, confusión. Y, en nuestros períodos de alegría, está a nuestro lado para compartir esa dicha.

¿Tiene que ser un padre biológico? De ninguna manera. Hay padres que no han podido o sabido cumplir ese rol. Otros hombres lo han ocupado. En buena hora. Ser padre va mucho más allá de la sangre, por más importante que esta sea. Se habla de un lazo, una unión, un vínculo que se construye, se renueva y se alimenta día a día.

Como bien lo expresó Johann Christoph Friedrich Schiller (1759-1805), poeta, dramaturgo, filósofo, historiador y editor alemán, «No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos«.


La importancia de cuidar nuestra Casa Grande

Impulsado por Naciones Unidas y desde hace más de 40 años, cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medioambiente, con el claro objetivo de concientizar a la sociedad sobre la importancia de garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales.

Nueve de cada diez personas en todo el mundo están expuestas a niveles de contaminación que superan el umbral de seguridad señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una cifra alarmante que incluso va en ascenso.

La Tierra necesita ayuda. Los polos se están derritiendo. El nivel del mar sube cada año, al igual que la temperatura global. Las sequías cada vez son más largas y la producción de alimentos se ha vuelto más difícil. Los fenómenos meteorológicos extremos son más frecuentes. La ONU afirma además que todo esto es un factor de riesgo fundamental para nuestra salud.

Precisamente este Día Mundial del Medioambiente se centra en la restauración de ecosistemas. En 2021, Naciones Unidas quiso resaltar este hecho con el lema «Reimagina, recrea, restaura«. Según la organización, “restaurar los ecosistemas significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de explotar la naturaleza a curarla”.

Para ello, y con motivo de este efeméride, arrancará el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), una misión global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar. “Solo con ecosistemas saludables podemos mejorar los medios de vida de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad”, según lo destaca la ONU en su página web.

Más allá de lo que hagan las instituciones, también resultaría significativo lo que podamos hacer cada uno de nosotros desde nuestro pequeño lugar. ¿Cuidamos la naturaleza, reciclamos lo que se puede, cómo colaboramos? En muchas personas está la idea que solo es importante el momento de su vida, y así, en consecuencia, actúan y se comportan, sin pensar entonces en todas aquellas otras personas que vendrán y que también tendrán a este planeta como la Casa Grande.


Los libros, esos amigos eternos

El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor es una celebración que busca alentar el placer de los libros y de la lectura. Cada 23 de abril, se realizan celebraciones a nivel mundial para transmitir el poder mágico de los libros  –un nexo entre el pasado y el futuro, un puente entre generaciones y distintas culturas. En esta ocasión, la UNESCO y las organizaciones internacionales que representan a los tres principales sectores de tal industria -editores, libreros y bibliotecas– seleccionan una ciudad como Capital Mundial del Libro para mantener el impulso de las celebraciones de este día hasta el 23 de abril del año siguiente.

Proclamada por la Conferencia General de la UNESCO en 1995, esta fecha simbólica de la literatura universal coincide con la del fallecimiento de los escritores William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega.

Para los amantes de la lectura, más allá de la temática elegida, abrir un libro y recorrerlo significa comenzar un viaje que brindará conocimiento, sorpresas, asombro, dudas. Habrá quienes lo devoren, quienes lo abandonen, quienes no puedan esperar y vayan a la última página para saber cómo cierra la historia. También estarán aquellos que lo escriban o quienes ni siquiera le doblarán una hoja. Independientemente de las características en particular que cada lector tenga, el libro estará presente en diferentes momentos del día de ese lector: no solo se lee en silencio y con muchas concentración en una habitación silenciosa; también se aprende a leer en una parada de colectivo donde la magia de la historia puede hacer que quien lo tenga entre sus manos se sustraiga al ruido de lo cotidiano y quede en cambio subyugado por el contenido de lo que está leyendo.

De más está agregar que ese libro también podrá estar presente a lo largo de la vida de esa persona si esta quisiera volver a darle vida. Hasta la lectura puede ser otra en esa segunda vez.

Para ese abanico de lectores tan diferentes que se posiciona frente a un libro y se decide a explorar sus páginas, existe sin embargo un punto en común: el deseo de leer, el placer de transitar por un texto que seguramente mostrará nuevos horizontes.

Lo ab


Lo absurdo de una guerra

Malvinas, Rusia-Ucrania, o cualquier otra guerra que se haya desatado en el mundo sin importar la geografía y el momento, no hacen más que reflejar la imposibilidad de nuestros gobernantes para hallar una salida pacífica a un conflicto determinado.

De esta manera, el hombre muestra que poco -o nada- ha cambiado en su conducta si después de tantos años no puede solucionar los (grandes) desacuerdos a través del diálogo.

Hace poco tiempo, un gran amigo me dijo que todos los políticos que están sobre la faz de la tierra deberían desaparecer y dar paso a un tipo de político mucho más cercano a la gente. No importa la ideología que tengan. Puede actuar como aves de rapiña y sacarse los ojos en épocas de campaña pero, llegado el momento de cuidarse las espaldas, forman una casta y en general venden sus ideologías al mejor postor y se protegen los unos a los otros, cuando poco tiempo antes habían sido enemigos.

En las situaciones difíciles y en las épocas de guerras, ¿quién está al fin y al cabo colaborando, solidarizándose con el prójimo? Una vez más, el ciudadano común. Los civiles son los actores principales en estas pesadillas, arriesgando sus vidas, moviéndose, tendiendo una mano; mientras que los políticos, independientemente de su época, su nacionalidad, su ideología, están en oficinas lujosas dialogando, tomando café, y vestidos con trajes impecables que los asemejan a modelos de alguna revista europea. Una mención aparte para todos los soldados que no desean ir a la guerra pero son obligados por las circunstancias.

Se entiende que la guerra haya sido parte del mundo, de alguna época. Lo que resulta incomprensible es que, después de tantos conflictos bélicos, el hombre siga repitiendo de modo incansable sus errores. Como si no hubiese aprendido nada. Como si no tuviese memoria, para recordar la cantidad de víctimas que cada conflicto armado deja tras suyo.

Aun así, creo que a la mayoría de nosotros nos mueve todavía la esperanza de pensar que podemos vivir en un mundo más humano.


Cumplir años

Festejar un cumpleaños puede ser todo un acontecimiento para algunos o un hecho que pasa desapercibido para otros. En mi caso, es un evento que me llena de vida. Los saludos, los regalos, la reunión con quien uno elije: familia, amigos, alumnos.

Supongo además que el terminar una década tiene un gusto especial porque es el momento de un balance de una parte de nuestra vida: los sueños, los proyectos, lo que se logró, lo que no pudo ser.

De todas maneras, creo que cumplir años merece una celebración: mi mirada personal no es que estoy un año más grande sino que he logrado vivir un año más.

Y, para terminar, una mención aparte a mi padrino, quien me vaticinó, al cumplir 40, que entraría en «la década infame», llamada así de manera humorística pero que encierra en realidad un gran momento para la mujer: la juventud, la madurez, la plenitud, la autenticidad. El conectarse realmente con el deseo de cómo se quiere vivir.

Resultado de imagen para cumplir años frases graciosas | Birthday quotes,  Up quotes, Growing up quotes

Otro año que se va…

Estos dos últimos años no han sido fáciles para nadie en el mundo entero. A las dificultades propias de la cotidianeidad (que no son ni pocas ni sencillas), se ha sumado el gran problema de la pandemia, con todo lo que esto conlleva. La enfermedad, la muerte, la incertidumbre, la pérdida de libertad, los interrogantes, las incoherencias… en fin, un torbellino de situaciones que ha desestabilizado hasta a los más estables. Afortunadamente, está la otra cara de la moneda, representada por las personas solidarias, trabajadoras, desinteresadas.

Una pandemia, un desastre natural, una catástrofe, NO hacen que una persona mala se vuelva buena. Si así fuera, no seguiríamos teniendo guerras en pleno siglo XXI. Lo que sí hace es que muchas personas muestren sus miserias ya existentes pero muchas otras puedan potenciar sus bondades.

Ojalá que el Año Nuevo renueve nuestras esperanzas de que se puede lograr un mundo más humano. En realidad, cualquier momento es bueno para este planteo. Los calendarios no hacen más que ordenar el fluir del tiempo, porque, de no existir, la vida en sociedad sería imposible.

Por último, las personas rara vez logramos la totalidad de lo que deseamos. Aun así, es más que placentero sentir que estamos en un muy buen momento de nuestras vidas aunque nunca sepamos cuánto durará esa sensación de tanta dicha. Si algo bueno ha tenido esta pandemia, es hacernos más conscientes de nuestra finitud, y, por lo tanto, saber disfrutar de cada momento que compone nuestra vida.

Las mejores frases para desear un Feliz Año Nuevo y despedir el 2020
Hasta siempre, 2021…

El valor de los abuelos

Los abuelos están allí para quererte, mimarte, acompañarte en tus juegos y ser cómplices en tus travesuras. También para salvarte de los retos y los castigos que la ley, o tus padres (quienes supuestamente la representan), van a darte e imponerte.

Podría decir que, en mi caso personal, he sido una persona privilegiada por contar con seis abuelos (dos del corazón) y sobre todo si tengo en cuenta que una está viva con 103 años. No parece conocer el paso del tiempo. Y de algún modo, los seis tenían / tienen personalidades más que interesantes y fuera de lo común.

De todas maneras, estas líneas de hoy están pensadas más que nada para mi abuela materna, Angélica. Por ella supe de cuentos sin límites e historias fascinantes que me narraba a la noche; por ella aprendí a patinar con solo seis años; por ella pude acercarme a los campamentos de gitanos emplazados frente al río que observaba cada verano cuando iba de vacaciones a Santa Rosa de Calamuchita. El sabor de su sopa es algo irrepetible. Mi abuela era bandoneonista en una orquesta de la zona, y realmente llevaba la música en su sangre. Muy aguerrida, con un pasado sufriente pero para nada en posición de víctima.

Me heredó el carácter y la fuerza. Según los miembros de mi familia, soy su continuación. En parte me enseñó el valor de la libertad. Pero por sobre todas las cosas, me regaló horas y horas de juegos que me llevaron a una infancia muy feliz.


El ser humano (en su acepción más verbal)

Las Islas Feroe son 18 islas rocosas situadas en el Atlántico Norte, a medio camino entre Islandia y Escocia. Son parte semiautónoma del reino de Dinamarca. Todos los años celebran el “grind” o «grindadráp» (un término en feroés que hace referencia a la caza de mamíferos marinos, principalmente ballenas), tradición que se ha practicado durante cientos de años y que hoy en día es legal.

¿En qué consiste? Se acorrala con barcos un banco de pequeños cetáceos y se los arrea a aguas de playa. Así están al alcance de pescadores que se han quedado en tierra y que los matan con cuchillos para obtener su carne y su grasa. Esta cacería no es comercial y está autorizada, pero activistas ambientales la critican por su crueldad más allá de que los delfines de costados blancos y las ballenas piloto no son especies en peligro de extinción.

Este año esta tradición se llevó a cabo el domingo 12 de septiembre. Los animales fueron arriados durante 45 km. Muchos de ellos llegaron lastimados. «Cuando se encontró la manada, estimaron que solo había 200 delfines», contó Olavur Sjurdarberg, presidente de la Asociación de Balleneros de las Islas Feroe, a la BBC.

Los barcos de los locales condujeron a los llamados delfines de flancos blancos a la playa de Skálabotnur en Eysturoy. Solo cuando la matanza comenzó fue que descubrieron el tamaño real de la manada: eran 1.428 delfines. Todos murieron.

«Fue un gran error», dijo Sjurdarberg, que no participó en la cacería y reconoció que fue una matanza excesiva. «Alguien tendría que haberse dado cuenta», afirmó. «La mayoría de la gente está en shock por lo que pasó». Aun así, según Sjurdarberg, la captura fue aprobada por las autoridades locales y no se infringió ninguna ley.

El gobierno de las Islas Feroe dice que cada año se capturan en promedio unas 600 ballenas piloto, unos cetáceos que pueden llegar a pesar más de 3.000 kilos. Los delfines de flancos blancos, en cambio, se capturan en cantidades más bajas: fueron 35 en 2020 y 10 en 2019.

Los partidarios de la caza de ballenas y delfines aseguran que es una forma sostenible de recolectar alimentos de la naturaleza, además de un componente importante de su identidad cultural. No obstante, y como lo comenté antes, los activistas por los derechos de los animales están en desacuerdo y consideran que estas matanzas son crueles e innecesarias.

Matar delfines es «legal pero no popular», dijo Sjurdur Skaale, un parlamentario danés por las Islas Feroe. Skaale visitó la playa de Skálabotnur al día siguiente para hablar con los lugareños. «La gente estaba furiosa», aseguró. A pesar de eso, defendió la caza y dijo que era «humana» si se hacía de la manera correcta. Eso implica que los cazadores tengan un certificado de formación oficial y utilicen una lanza especialmente diseñada, la cual corta la médula espinal de la ballena o delfín antes de cortar el cuello. Con este método, debería llevar «menos de un segundo matar una ballena», afirmó.

Sin embargo, activistas de Sea Shepherd sostienen que la matanza de delfines y ballenas «rara vez es tan rápida» como el gobierno de las Islas Feroe afirma. «Las cacerías de ‘grindadráp’ pueden convertirse en masacres prolongadas y desorganizadas. Las ballenas piloto y los delfines pueden morir lentamente mientras están varados en la arena, rocas o simplemente luchando en aguas poco profundas».

“Normalmente, la carne de un ‘grindadráp’ se comparte entre los participantes y el resto entre los lugareños del distrito donde se realiza la caza. Sin embargo, hay más carne de delfín de esta caza de la que nadie quisiera tomar. Por lo que los delfines se están ofreciendo a otros distritos con la esperanza de no tener que tirarlos”, dijo Sea Shepherd en su comunicado.

Desde la década de 1980, los activistas de Sea Shepherd han estado viajando a las Islas Feroe para intentar frenar la matanza y difundir fotos y videos de la masacre durante la cual los animales son sometidos a una larga agonía antes de morir

«Teniendo en cuenta los tiempos en que nos encontramos, con una pandemia global y el mundo paralizado, es absolutamente espantoso ver un ataque a la naturaleza de esta escala en las Islas Feroe», dijo el capitán Alex Cornelissen, director ejecutivo de Sea Shepherd Global. «Si algo hemos aprendido de esta pandemia es que tenemos que vivir en armonía con la naturaleza en lugar de acabar con ella».

Un portavoz del Gobierno de las Islas Feroe, Páll Nolsøe, defendió tal tradición ancestral diciendo que “Los calderones y otras ballenas pequeñas representan una de las pocas fuentes locales de carne que no tiene que ser importada desde lejos. La carne de cada recolección de ballenas proporciona una gran cantidad de alimento valioso, que se distribuye gratuitamente en las comunidades locales donde se llevan a cabo las recolecciones de ballenas. Alimento que de otro modo tendría que importarse de fuentes en otros países. “No hay duda de que la caza de ballenas de las Islas Feroe es un espectáculo impactante para las personas que no están familiarizadas con la caza y la matanza de mamíferos. Sin embargo, las cacerías están totalmente reguladas y organizadas”.

De ser así, ¿habrían cometido un error de tal magnitud?

En mi opinión, la gente puede elegir comer carne, ser vegetariano, ser vegano. De todas maneras, creo que es de una crueldad inconmensurable que sigan existiendo situaciones como esta. En pleno siglo XXI, cuando hablamos de avances científicos y de un desarrollo tecnológico que parecen no tener límites, cuando pensamos que no en mucho tiempo los simples mortales podrán acceder a viajes espaciales si su bolsillo lo permite, es realmente increíble ver como en otros aspectos el hombre no ha mostrado ninguna evolución. Al contrario. Y en una sociedad como Dinamarca que pertenece, supuestamente, muy al primer mundo.

Gandhi dijo que “la grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que se trata a sus animales”. Quedará en la sensibilidad y capacidad de cada uno reflexionar sobre esto.


La magia de la palabra

Septiembre es, como sabemos, el mes de la Primavera, una estación en general esperada por todos. Pero hay algo más que caracteriza a este mes tan particular (y el único que se puede escribir de dos maneras): es el mes de la palabra: el 11, es el Día del Maestro; el 17, el Día del Profesor; el 21, el Día del Estudiante; el 30, el Día del Traductor.

Los cuatro grupos trabajan especialmente con la palabra, ya sea oral o escrita. La misma es instrumento de educación, de instrucción, de interrogantes, de puente entre dos culturas. Es tan pero tan valiosa que en el pasado el solo hecho de decir Te doy mi palabra constituía una promesa tal que romperla significaba una deshonra. Se extrañan esas épocas en los diferentes órdenes de la vida.

En sí, y este es el punto más significativo, la palabra lleva al conocimiento. Cada persona elegirá sus temas de interés, pero nadie podrá negar que el saber le abrirá puertas a mundos desconocidos o no tan conocidos, que serán posibles de descubrir a través de las palabras, de las imágenes, y, por qué no, si se tiene cierta sensibilidad.

Un dato de color: William Shakespeare es el autor de una cita célebre: Las maldiciones no van nunca más allá de los labios que las profieren. Sin embargo, la palabra, tan mágica como poderosa, hará que más de un supersticioso piense que puede hacerse acreedor de una desgracia si alguien lo maldice.

Sea como sea, sí hay algo que no se puede discutir: El hombre vale lo que vale su palabra.


¿Quién dijo que vivir es fácil?

Vivir no es fácil… y menos aún si es en tiempos de pandemia. La incertidumbre, la ausencia de proyectos, el temor, provocan un replanteo de conductas que muchas veces llevan a la confusión.

En este contexto, donde los mensajes externos vienen cargados de dobles discursos y/o falsas teorías, donde se está hiperconectado pero mucho más incomunicado, es necesario encontrar el camino que nos permita ver con claridad.

Un reconocido filósofo dijo: Los verdaderos yacimientos que hay que explotar no están en la tierra sino en la mente de los hombres.

La evidencia, la fortaleza de las propias convicciones, pero sobre todo la educación, serán los que nos indiquen la salida.

El desafío está planteado y el tiempo es hoy… pero también lo es desde una revolución ética, de un cambio de paradigma donde los valores sean los prioritarios.

En conclusión, vivir no es fácil, pero intentarlo puede ser apasionante…


Los valores

Tal vez se considere un sin sentido hablar de los valores en un momento en que estos parecen tan devaluados; sin embargo, estas palabras, que no son abstractas, están desde siempre en nuestras vidas.

La historia de la humanidad así lo atestigua: cambios culturales, costumbres, conflictos bélicos, etc., tuvieron como trasfondo diferentes valores que había que sostener o erradicar.

Con respecto a nuestra vida personal, sabemos que todos tenemos valores, con los que construimos una jerarquía acorde a la edad, formación, situación social, económica… Es así que a veces ponemos en primer lugar a la belleza, o la salud, los afectos, la economía… Solo el tiempo ayudará a establecer prioridades. Cabe preguntarnos si así también nos permitirá ver los valores que nos rodean y de los cuales, lamentablemente, muchas veces tomamos conciencia cuando ya no los tenemos.

Por lo tanto, pensemos qué lugar le asignamos en nuestro proyecto de vida al amor, la familia, la libertad, el trabajo y tantos otros que nos permiten trascender nuestra condición de individuos y realizarnos como personas.

Miremos los valores con más atención, ya que ellos, similares al timón de un barco, marcan nuestro rumbo. Reconocerlos en nosotros es saber hacia dónde queremos ir, tener pasos propios… algo muy diferente a caminar los de otros. La autenticidad es sinónimo de libertad.


Las miradas del presente

Los que ya hemos transitado diferentes etapas de la vida estamos en condiciones de aseverar algunas cuestiones que, no por triviales, resultan menos importantes.

Una de ellas es poder afirmar que Nada es para siempre y tal como sucede en la vida y/o en la naturaleza, a un ciclo le continúa otro y así sucesivamente.

Esto también pasará rezaba el mensaje que un místico le dio a un rey y que le sirvió para sobreponerse a una posible derrota, salir triunfante, pero también comprender que esta situación tampoco era para siempre.

Frente a esta circunstancia cobra especial significado la expresión Carpe Diem, en el sentido de aprovechar el día, disfrutar de cada momento con intensidad y valorar el presente.

Tal vez este momento histórico ayude a que muchos comiencen a vivir el presente con placer, compromiso y responsabilidad; lógicamente, sin dejar de tener sueños para el futuro, que al fin y al cabo, dejando de lado cualquier contradicción, son los que nos mantienen vivos.


Tiempos de cambios, siempre presentes en la naturaleza y en los ciclos de nuestras vidas. Son los mismos que nos llevan a buscar respuestas a innumerables preguntas. Son aquellos que nos enfrentan a situaciones críticas, con sus debilidades y oportunidades, con el dolor y el crecimiento que ellos suponen.

Surge así el replanteo de nuevos modelos de vida, reformulación de hábitos, donde el asombro por lo inesperado, las dudas por la vivencia de la incertidumbre y la presencia de situaciones límites nos lleva a reflexionar sobre nuestra condición humana.

Con la seguridad de que todo pasa, esperamos salir fortalecidos de esta crisis, con templanza, empatía y solidaridad, en un mundo donde las palabras no estén devaluadas y nos permitan ser más humanos.


Libertad… ansias, expresión de deseo, lucha…

Pasamos nuestra vida persiguiendo ideales de libertad. Pensamos cuán felices son las aves porque pueden volar a destinos inimaginables, o los peces porque nadan y se sumergen en escenarios indescriptibles… pero no tenemos en cuenta que por su condicionamiento ellos harán toda su vida las mismas rutinas.

El hombre, a diferencia de los animales, tiene la capacidad para discernir, elegir, optar por hacer o no hacer. Es libre por naturaleza aunque esté condicionado por el medio socio-cultural.

La libertad absoluta no existe.

Con el paso de los años, dejando de lado nuestras rebeldías de juventud, pero nunca renunciando a la búsqueda de lo que nos permite gozar de la libertad, adoptamos como lema «vive y deja vivir».

Así, la mayoría de las personas, enfrentando las paradojas, asumen responsabilidades -valorando la libertad propia y ajena- y pueden desarrollarse en los diferentes aspectos de la vida, en una convivencia plena y armónica.

Lo contrario también es una elección.


A esta aventura maravillosa que es la vida, se puede compararla con una travesía en embarcación.

Un buen día emprendemos un viaje, sabemos desde dónde y en qué fecha zarpamos pero vamos con rumbo desconocido. Al comienzo, otros serán los encargados de manejar la nave, pero habrá un momento en que tomaremos el timón y desde allí seremos los únicos responsables de ese viaje.

En el mismo, disfrutaremos de aguas calmas, bellos amaneceres o atardeceres, como así también sentiremos temor ante vientos huracanados o tempestades imprevistas.

Mientras tanto, no dejaremos de registrar cada instante de esta travesía, con asombros, alegrías, tristezas, solos o en compañía, hasta que la nave con las huellas marcadas por el tiempo indique que ha llegado a destino.

Procuraremos entonces enriquecer con intensidad cada momento de esa aventura, nuestra vida, para que cuando otros encuentren la bitácora, la misma sea un esperanzador y, por qué no, aleccionador diario de viaje.


El tiempo… parecería que le hemos otorgado un valor mágico… Con frecuencia escuchamos: «el tiempo cura las heridas», «con el tiempo asomará la verdad», «necesito un tiempo», etc., etc. Pero el que realmente interesa es el que está asociado con nuestra vida, y en ella hay dos tiempos: primero, los que están en ella (pasado, presente, futuro); segundo, el tiempo que la vida es.

Con respecto al primero, el pasado se encariña con algunas edades y se niega en otras, el futuro se espera con la incertidumbre del porvenir y el presente es tan efímero que mientras vivimos esto, ya pasó.

Considerando la segunda alternativa, además de lo cronológico, pensemos que la vida se nos dio sin haberla pedido y posiblemente se nos quite cuando más encariñados estemos con ella. En ese transcurrir del tiempo, el tomar conciencia de nuestra propia finitud hará que la angustia nos sobresalte por no saber ni cuándo ni cómo ocurrirá.

Sin embargo, en todo este caminar no perdemos la oportunidad de amar, gozar, crear, viajar, trabajar, discutir, proyectar, o sea, de una u otra manera, lo desafiamos… aunque él tenga la última palabra.

Este texto contó con la colaboración de Olga Barra (Teodelina).


La escritura, la música, los viajes, permiten que de una u otra manera los seres humanos podamos transportarnos y vivenciar situaciones que tal vez no formen parte de nuestra cotidianidad. Si somos lo suficientemente sensibles como para aprehender dichas vivencias, tal vez nuestra vida diaria se vuelva un poco más mágica.

De igual manera, vale la pena recordar que la vida es una sucesión de instantes: uno tras otro transcurren inadvertidos, vacíos, y sin tener casi un sentido. Son muy escasos esos momentos donde la vida de repente se manifiesta en toda su intensidad, casi como un desgarro. Nadie grafica esos instantes mejor que Nietzsche, gran filósofo alemán (1844 – 1900) que plasmó su pensamiento en las siguientes palabras en su obra Humano, demasiado humano (1878):

El gran desprendimiento llega súbitamente…, como una sacudida sísmica; el alma joven se estremece de una vez, se suelta, se arranca… ella misma no entiende lo que sucede. Despierta una voluntad y un deseo a todo precio de partir hacia alguna parte; arde y llamea en todos sus sentidos una fuerte y peligrosa curiosidad en torno a un mundo desconocido. Despierta un susto súbito y una desconfianza frente a lo que ella amaba, un relámpago de desprecio frente a lo que se llama «deber», una exigencia revolucionaria, arbitraria, volcánica, que empuja a la peregrinación.

Con esta cita, le damos la bienvenida a este nuevo foro literario. Ojalá le dé espacio a instantes enriquecedores, que el alma se sacuda y que invite a una peregrinación intelectual. Que sea un despertador y no un reloj.

Este texto contó con la colaboración de Federico Moliné (Teodelina).

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar